BIO-PACK inicia su actividad en el año 1985 instalándose en una nave de 600 m2
en Monistrol de Montserrat (Barcelona). Siendo su actividad inicial la
fabricación de cintas adhesivas para el embalaje, tanto impresa por el interior
como neutra.
En 1996 se invierte en nueva maquinaria y se amplia la fábrica quedándose la
nave industrial en un total de 1800 m2. De esta forma BIO-PACK empieza un nuevo
plan de expansión hacia otros mercados, partiendo de una buena relación calidad-
precio. Se diversifica la fabricación en diferentes áreas: embalaje, etiquetado,
papelería, aislamiento y cintas adhesivas especiales en general.
Todos nuestros productos finales parten de la bobina madre (que puede ser de
polipropileno, aluminio, PVC, papel...) a la que se le añade cola acrílica
ecológica. Una de las directrices principales de la empresa es que la
elaboración de todos los productos se realice manteniendo un compromiso con el
medio ambiente. Con esta intención se combinan técnicas de reciclado para cada
uno de los procesos productivos.
En las navidades del 2001 durante una de las nevadas más importantes que se
recuerdan en Monistrol, BIO-PACK se encontraba en la difícil tarea de
trasladarse a una nueva nave que había adquirido de 4000 m2. Es donde nos
encontramos actualmente, junto al tren-cremallera que sube a la Abadía de
Montserrat, donde gozamos de las maravillosas vistas de este peculiar macizo de
formas tan singulares.
Nuestro principal objetivo es el de anticiparnos al mercado nacional e
internacional gracias a nuestra flexibilidad y capacidad de innovación de
productos y procesos, atendiendo a las necesidades de nuestros clientes.
Bio-Pack